Lector amigo, hace varios años decidí escribir una pequeña fábula presa como estaba de un más que pesimista inconformismo social. Nunca pretendí emular al señor Orwell al que entonces no conocía (me falta muuuchooo talento para ello), pero si escribir algo que en pocas palabras hiciera pensar en como es la vida en nuestra sociedad actual. Para ello me centré en la vida imaginaria de un pequeño renacuajo al que llamé John John y su vida en un estanque que era su pequeño mundo. Hoy, buscando en el baúl de los recuerdos , he encontrado esta historia y me he decidido a publicarla en este Blog. No es para nada una historia divertida, pero espero que si la leeis la disfruteis igual. Sólo un consejo, no le tomeis demasiado afecto al pequeño renacuajo, recordad que pase lo que pase la vida de los renacuajos es bastante efímera. Hasta pronto.
Capitulo 1 y epílogo: Mi vida como un renacuajo
La vida en los estanques de África Septentrional transcurría tranquila hasta que llegaba el verano. Era entonces cuando eclosionaban los millones de huevos de la puesta de los sapos en primavera y venían al mundo los millones de renacuajos que se habían gestado durante este tiempo.
Pensareis que ser un renacuajo en un estanque es algo fácil, a fin de cuentas sólo hay que nadar y esperar una metamorfosis que nos convierta en sapo. Pero no es así y para demostrarlo nos centraremos en la vida de uno de los millones de renacuajos, uno entre 10 millones al que llamaremos John John. Por cierto , en esta historia no se ha maltratado a ningún animal , sólo hemos dejado que la naturaleza siga su curso.
John John vino al mundo sin saber muy bien a que especie pertenecía, durante su primer día de vida solo intuyó que había millones de seres iguales a él. Limitándose a nadar de un lado a otro. De repente vio que los renacuajos llevaban una especie de formación militar y se unió a un grupo de los que pasaban cerca de él. Este grupo lo comandaba un pequeño renacuajo llamado Willy. Willy no hacía más que gritar: - Venga en formación de a 1000, ahora en formación de a 10000. Y los renacuajos le seguían . Pero esto duró poco , porque una mañana a Willy se lo comió una pez de los muchos que vivían en el estanque mientras iba tan feliz al frente de su formación: - Venga en formación de a …Glups. Nunca más se oyó su voz. Fue así como John John aprendió que ser un líder entraña ciertos peligros y decidió que en adelante intentaría no destacar.
Hugo, era un Sapo ya adulto de un año de vida… a menudo se le podía ver sobre una roca o un nenúfar cazando moscas o saltamontes. Hugo fue el primer Sapo que aleccionó a John John sobre la vida en el estanque. A Hugo le gustaban los renacuajos jóvenes y se rodeaba de ellos siempre que podía, algunos decían que era un pervertido para otros Hugo era sólo un loco inofensivo.
Mira John John… La vida en el estanque no es nada fácil para un renacuajo. Estáis casi en lo más bajo de la cadena alimenticia. Sólo por encima de ese Plancton de que os alimentáis, así que más vale que te andes con ojo, pues el peligro acecha por todos lados. Ahí tienes los peces, te atacarán desde el fondo y cuando quieras darte cuenta estarás en la panza de alguno de esos cabrones. Si intentas nadar cerca de la superficie, tendrás el peligro aéreo… los pájaros, esos si que son unos auténticos hijos de puta, se lanzaran en picado a por ti cuanto menos te lo esperes.
John John empezaba a preguntarse que tenía de divertido ser un renacuajo. Entre los Peces Gordos y los Pájaros Listos , los renacuajos no tenían muchas posibilidades de sobrevivir . -¿Y que hay después de ser un renacuajo Hugo?. Preguntaba John John. – Pues ser un Sapo. Respondía Hugo. – ¿Y que hacen los Sapos?. – Pues comer moscas.
Vaya vida, pensaba John John. Somos carne de cañón. Pensó que debía haber algo más que pudiera hacer para mejorar su calidad de vida. Viajó al fondo del estanque , escarbó en el lodo por una respuesta y allí pasó unos días en compañía de los peces carroñeros que comen basura de las profundidades. Estos se reían de él : -Ja ja ja mirad un renacuajo escarbando el lodo… que bajo caen algunos. ¿Buscas oro chaval? Pues aquí no lo vas a encontrar , yo llevo muchos días revolviendo esta mierda, pero no tengo más remedio… soy un pez carroñero sin hogar. Hazme caso sube a la superficie. Tienes alguna posibilidad. No hipoteques tu vida con los peces gordos y no te dejes timar por los pájaros.
Finalmente después de 7 días escarbando el lodo de manera infructuosa, John John decidió salir a la superficie y enfrentarse al mundo, pero no llego muy lejos porque un pez gordo se lo comió sin más.
Y así es como John John termino sus días en el estanque.
Nacemos , crecemos y nos reproducimos, pero muchos son los peligros del estanque. Los peces gordos nos acechan y los pájaros listos no dejan de observarnos. A veces tocamos fondo y escarbamos en el lodo. Otras veces creemos que hay una oportunidad. Pero estamos en casi lo más bajo de la cadena alimenticia y casi siempre dejamos que nos devoren.
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1 comentario:
A veure si escribim al blog que els teus seguidors estem ansiosos...:)
Un petó guapo!
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